jueves, 4 de octubre de 2012

¿Hasta qué punto somos marionetas?


Analicemos esta pregunta empezando por el principio de nuestras vidas:

Naces,tus padres colmados de amor te visten con ropitas de Nenuco y con patucos, te llevan a pasear y  a conocer a la familia; esa familia que te coge, te agobia, te habla esperando a que le contestes y que no te deja dormir. Tú, con meses de vida, ¿de verdad quieres que te vistan como un muñeco, o que tu familia te agobie? Es cierto que con esa edad no puedes decidir lo que haces, porque no eres consciente y responsable de tus actos. Eres una marioneta absoluta de tus padres, haces exactamente lo que ellos quieren que hagas.

La niñez no es muy diferente, te eligen la ropa, te dicen qué comer y qué hacer en todo momento del día, si no son nuestros padres, son los profesores, o la amiga mandona. En lo único que vamos teniendo libertad es en elegir a tus amigos, pero a esa edad eres amigo de todo el mundo.
En la adolescencia todo cambia, algunas obligaciones pasan a ser influencias, como por ejemplo te compras la ropa donde se la compran tus amigas, o donde se la compra toda la gente de tu edad. Sigues teniendo normas, normas que tienes que cumplir y cosas que tú no decides, como lo que comes día a día.

Te haces adulto, sigues sin ser libre. Tienes que cumplir  las órdenes de tu jefe, a la vez tienes que cumplir  las leyes de trafico, a la vez tienes que cumplir  las leyes de tu país.

Nos hemos dado cuenta de que en todo momento de nuestra vida hemos sido marionetas de alguien, hemos hecho lo que alguien que forma parte de nuestra vida ha querido que hagamos. Y esto solo ha sido un ejemplo, para que cada uno nos sintamos identificados a nuestra manera, para que veamos de qué manera nos afecta tan directamente esta pregunta. Y por mucho que creamos que ''yo hago lo que quiero'' siempre estamos sujetos a unas normas que nos limitan. 

La libertad total no existe, porque mi idea de libertad es hacer lo que quieras, cuando quieras, con quien quieras y sin pensar en las consecuencias, porque no las hay. Pero todo lo que haces tiene consecuencias en tu vida o en la de los demás, por lo tanto, la libertad total es tan solo un sueño.